viernes, 31 de mayo de 2013

La escala

 
Necesité colaboración de otros maestros --y maestras-- para terminar de descifrar lo que alguna vez quiso explicarme un verdadero maestro, y que en su momento no comprendí del todo.
 
Lo que sigue es mi mejor esfuerzo --asistido por la ya mencionada ayuda-- para tratar de comunicar esta parte de su enseñanza.
 
El ser humano, decía el maestro, es vibración, es sonido, es música en escala ascendente.
 
Inicia en un Do que representa la supervivencia básica, los instintos. Es una nota en la que predomina el miedo y la constante búsqueda de seguridad.
 
En la segunda nota, Re, aparecen las emociones y la capacidad de crear. El ser humano ya no está paralizado por el susto. Puede hacer algo más que refugiarse, y puede sentir algo más que miedo.
 
En el Mi, el ser humano se relaciona con los demás. Los temores se suavizan, y el ser humano se abre al mundo.
 
El común de los hombres, decía el maestro, llega hasta la nota Mi. Y allí se queda por el resto de su vida.
 
¿Por qué?
 
El maestro daba varias razones. La principal era que, por lo general, el ascenso de Do a Mi ocurre sin esfuerzo. Sucede involuntariamente.
 
Para pasar de Mi a Fa, en cambio, se necesita conciencia.
 
La inercia se interrumpe por la ausencia de un semitono. Si la escala continuara en tonos completos, el desarrollo del hombre continuaría en forma inconsciente, decía el maestro. Pero la vida hace un cambio de ritmo allí. Pone un freno. Obliga al hombre a tomar conciencia para seguir adelante.
 
A fin de sortear el semitono de Mi a Fa, el hombre tiene que modificar su frecuencia, cambiar de sintonía.
 
Para vibrar en Fa, el hombre debe frenar la inercia y observar lo que es, lo que ha sido hasta ese momento. Desenmascarar sus temores, sus apegos, sus creencias, sus engaños.
 
Fa es la nota del amor, y el hombre no puede conectar con ella si sigue aferrado a sus miedos.
 
El salto de Mi a Fa requiere de un esfuerzo consciente y voluntario del ser humano, que muchos, decía el maestro, no están dispuestos a realizar.
 
Una vez dado el salto, el ascenso a través del resto de la escala vuelve a ser armónico y parejo, sin interrupción de semitonos.
 
La nota Sol es el encuentro, el abrazo con los demás seres de la Tierra.
 
La nota La representa sabiduría y comprensión.
 
En la nota Si, finalmente, el espíritu se reconoce a sí mismo en unicidad con el universo, y el semitono al próximo Do es el umbral hacia la siguiente escala ascendente... la cual, según el maestro, en nuestro actual estado de desarrollo sería inútil intentar describir.
 
 
 

jueves, 30 de mayo de 2013

Encender la luz

 
Como el guardián que sorprende al ladrón en el momento del robo, así tenemos que sorprendernos a nosotros mismos, me dijo un verdadero maestro, en los momentos de inconciencia.  Debemos atraparnos a nosotros mismos. Abrir los ojos y mirar, cuando pensábamos que no estábamos mirando. Encender la luz, cuando nuestra inconciencia creía que nadie la veía.
 
Si hacemos el ejercicio, cada vez nos atraparemos más a menudo.
 
El resto, dijo el maestro, es cuestión de fe...
 
Fe en que el ejercicio nos dará conciencia.
 
 
 

miércoles, 29 de mayo de 2013

La inscripción

 
En diversos períodos, a lo largo de más de 500 años entre el Siglo VII y el Siglo I antes de Cristo, el Templo de Apolo en Delfos fue destino de las mayores peregrinaciones en la antigua Grecia.
 
Desde todas las regiones del mundo helénico llegaban filósofos, reyes, orfebres, agricultores, artistas... a consultar el Oráculo de Apolo.
 
Aunque fue lo que más trascendió en los libros de historia, por ser lo más atractivo a los ojos del hombre de tiempos posteriores, la adivinación del futuro no era lo único que buscaban quienes acudían a Delfos. Usualmente eran sólo los grandes reyes quienes solicitaban augurios al Oráculo, para saber si las condiciones les eran propicias antes de entablar una batalla, y quizás también los agricultores, dada la relevancia de la predicción del clima en su actividad.
 
Por lo demás, el resto de la multitud de peregrinos no buscaba vaticinios, sino sabiduría.
 
Sabiduría para dominar su menester, en el caso de los orfebres; para perfeccionar su talento, en el caso de los artistas; para hallar respuestas, en el caso de los filósofos.
 
A ellos no les interesaba prever su destino. Les interesaba obtener las herramientas para forjarlo.
 
La confusión en este tiempo es comprensible, porque en aquel tiempo se creía que si se interpretaba correctamente lo que el Oráculo decía, quien lo oía obtenía todo lo que necesitaba para controlar su vida, su destino, su futuro. Pero la realidad es que el Templo de Apolo en Delfos no era un centro de adivinación. Era un centro de enseñanza, al que se acudía para aprender, para saber, para conocer.
 
Y antes de ingresar al Oráculo, antes de arribar al ansiado momento de realizar la consulta para develar los misterios de la existencia, para desentrañar los más profundos enigmas, para encontrar la llave de todas las respuestas, el peregrino, luego de días o semanas de ilusionada marcha hacia Delfos, atravesaba una puerta del templo con una inscripción:
 
"Conócete a ti mismo".
 

 
 

lunes, 27 de mayo de 2013

Derrotar a la ira, vencer a Medusa (Parte 4 de 4)

La mitología griega representaba la ira en Medusa... con serpientes en la cabeza. Si un hombre la miraba, se convertía en piedra.
 
Para los antiguos, lo que no debía hacerse con la ira era verla afuera, considerarla externa.
 
¿Qué hace Perseo para decapitarla? Necesita mirarla para acertar el golpe de la espada, pero no puede posar sus ojos sobre ella.
 
El guerrero encuentra la solución: usa su escudo como espejo para verla.
 
La ira, la negatividad, las serpientes en la cabeza, lo que nos disgusta del mundo... nada de eso procede de afuera. No es lo que estamos viendo lo que nos enfurece.
 
La ira no hace más que reflejar lo que está en nosotros.
 
Sólo la venceremos, si la miramos en el espejo.
 
 
 

Derrotar a la ira, vencer a Medusa (Parte 3 de 4)

 
"Si queremos evitar reacciones perniciosas", me dijo un verdadero maestro, "primero debemos admitir que esas emociones negativas, como la ira, ya están en nosotros. Están allí, esperando una excusa para aflorar. Son previas a la causa que utilizamos para justificarlas".
 
 
 

Derrotar a la ira, vencer a Medusa (Parte 2 de 4)

 
"La ira reside en ti", me dijo un verdadero maestro, "y es dentro tuyo donde debes acallarla".
 
"Debes abandonar la ilusión de que es el problema externo lo que te enfurece", me dijo. "Si ese problema se resolviera, inmediatamente encontrarías otro para canalizar tu cólera".
 
 
 

Derrotar a la ira, vencer a Medusa (Parte 1 de 4)

 
"Los otros no tienen el poder de hacernos enojar", me dijo un verdadero maestro. "Nosotros les damos ese poder, al enojarnos".
 
 
 

viernes, 24 de mayo de 2013

La consigna

 
Existen diversos juegos de naipes en los que gana quien primero se desprende de sus cartas.
 
Días atrás, mis dos hijas miraban con mezcla de cariño y compasión a su hermanito menor, que no entendía la consigna y se aferraba al abultado pilón que tenía en sus manos.
 
La escena me llevó a pensar que tal vez, en el juego de la vida, los que saben jugar nos miren con la misma mezcla de cariño y compasión a nosotros, que nos preocupamos por acumular... y no comprendemos que la consigna es desprenderse.
 
 
 

jueves, 23 de mayo de 2013

La lámpara

 
En Oriente, desde hace miles de años se dice que cambiar la mirada sobre la realidad es la única forma de que la realidad cambie.
 
En Occidente, la física cuántica ha descubierto que la realidad es sólo potencialidad. Potencialidad que se define o se concreta, a cada momento, a partir de la mirada del observador.
 
Jesús, a quien podemos considerar un puente entre Oriente y Occidente, también dijo --o al menos eso me parece a mí-- que nuestra realidad depende de nuestra mirada.
 
"La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo, pues, es bueno, todo tu cuerpo estará iluminado. Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará en tinieblas".
 
Permítanme editar la frase de Mateo 6:22 y reformularla según mi interpretación. Insisto: se trata sólo de mi interpretación.
 
"La lámpara de tu mundo es tu mirada. Si tu mirada, pues, es mala, tu mundo estará en tinieblas. En cambio, si tu mirada es buena, todo tu mundo estará iluminado".
 
 
 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Mente rutinaria

 
Nuestra mente necesita la seguridad de la rutina. Necesita saber que nada nuevo ocurrirá, que nada distinto sucederá, que todo puede ser asociado automáticamente con algo ya conocido.
 
Ese afán lleva a nuestra mente a transformar nuestras percepciones, y lo hace a una velocidad tal que no nos permite tomar conciencia de lo que en verdad está pasando...
 
Con la misma rapidez con que convierte cada hoy en un día igual que ayer, convierte cada milagro en un hecho banal.
 
 
 

martes, 21 de mayo de 2013

Donde

 
Escuchado de una amiga del alma:
 
"Donde no está el ego, está lo divino".
 
 
 

lunes, 20 de mayo de 2013

Dormido

 
"Si quieres ver un hombre realmente dormido", me dijo un verdadero maestro, "fíjate en el que parece más alerta".
 
 
 

viernes, 17 de mayo de 2013

Todos somos Superman

 
Más allá de las críticas por algunos símbolos que representa, hay algo en el personaje de Superman que sirve para ilustrar la diferencia entre ego y esencia.
 
Clark Kent es el ego.
 
Superman es la esencia.
 
Clark Kent es el disfraz para convivir en este ambiente.
 
Superman viene de otro lugar.
 
Clark Kent es el esfuerzo por ser igual a todos los demás.
 
Superman es diferente. Es único.
 
Hasta ahí, todo bárbaro. ¿A quien no le gusta pensar que en el fondo, detrás de nuestra máscara, se esconde un ente superior, capaz de salvar al planeta?
 
Pero ése es un razonamiento del ego, y por lo tanto no hace más que adherir la ropa a la piel de Clark Kent, y acallar al superhéroe.
 
Aquí viene lo que al ego no le gustará escuchar...
 
Clark Kent tiene identidad; los demás lo conocen. Tal vez no realice grandes hazañas, pero al menos alguna vez alguien podrá darle una palmadita en la espalda.
 
Nuestra esencia, en cambio, no tiene cuerpo, no tiene forma, no tiene nombre ni apellido. Nadie puede felicitarla ni otorgarle un premio.
 
Es el gran hallazgo de esa historieta: Superman no tiene identidad. Es anónimo. Y se desvanece antes de que lo aplaudan. Desaparece antes de recibir congratulaciones o recompensas. Se esfuma antes de obtener el reconocimiento ajeno.
 
Si por un momento olvidamos algunos otros símbolos que representa este doble personaje, y nos servimos de él para tratar de comprender lo que en realidad somos, podríamos decir que Clark Kent se parece a nuestro ego en este sentido:
 
Lo único que le preocupa es encajar en la sociedad.
 
Y Superman se parece a nuestra esencia en este sentido:
 
Existe para servir al mundo, pero jamás podrá llevarse el crédito.
 
 
 

jueves, 16 de mayo de 2013

El amor es fuego

 
"El amor es fuego" me dijo un verdadero maestro. "Se fortalece y se expande cuando enciende lo que tiene alrededor. Si lo aislamos, se apaga".
 
 
 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Búsqueda

 
"Prefiero que el hombre sea fiel a una profunda inquietud espiritual, y desconfíe de cualquier religión", me dijo un verdadero maestro, "a que sea fiel a preceptos religiosos, y desconfíe de cualquier búsqueda espiritual".
 
 
 

martes, 14 de mayo de 2013

Temor

 
"El temor, en la mayoría de los casos, proviene del desconocimiento", me dijo un verdadero maestro.
 
"Un claro ejemplo", me dijo, "es el miedo a la muerte".
 
 
 

lunes, 13 de mayo de 2013

Pequeño truco

 
Pequeño truco de un verdadero maestro, para alejar esos pensamientos que, sin que sepamos por qué ni de dónde, vienen a inquietarnos o preocuparnos:
 
relajar los músculos de la cara.
 
 
 

viernes, 10 de mayo de 2013

Gustos y aversiones

 
"Tus gustos y tus aversiones", me dijo un verdadero maestro,"originalmente provienen de tu esencia, y coinciden exactamente con lo que es bueno y malo para ti. Pero luego construyes tu personalidad, que va tapando tu esencia. Esa personalidad --formada por creencias absorbidas de lo externo, en un intento de acomodarse al entorno-- acarrea agrados y rechazos adquiridos por imitación, diferentes de las preferencias y antipatías originales de tu ser. Así, a partir del momento en que vives identificado con tu personalidad y alejado de tu esencia, tus aversiones ya no necesariamente coinciden con lo que es malo para ti, y tus gustos ya no siempre concuerdan con lo que te hace bien".
 
 
 

jueves, 9 de mayo de 2013

Manual

 
"No esperes instrucciones", me dijo un verdadero maestro. "Si quieres hacer las cosas según un manual, redáctalo tú mismo".
 
 
 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Al menos sabemos

Tal vez, acerca de nuestro paso por la vida no sepamos para qué, ni por qué, ni cómo, ni hasta cuándo...
 
Pero al menos sabemos con quién.
 
 

martes, 7 de mayo de 2013

Trabajo interno

 
Edificaciones antiguas, que la humanidad actual no podría replicar, hacen pensar a algunos en extraterrestres.
 
A otros, entre los que me incluyo, los hacen pensar en que el hombre, mediante el trabajo interno, puede conectarse con planos superiores de su inteligencia, los cuales permanecen inaccesibles para el hombre actual, demasiado enfocado en el trabajo externo.
 
 
 

lunes, 6 de mayo de 2013

El pasado está vivo

 
La primera vez que escuché a un verdadero maestro decir que el pasado estaba vivo, y por lo tanto estaba sujeto al cambio, pensé que nunca entendería esa idea.
 
Creo que todavía no la entiendo del todo, porque no he alcanzado un estado de conciencia más allá del tiempo. Pero al menos puedo citar un ejemplo que se acomoda a mi actual capacidad de comprensión.
 
Cambiar la forma de ver las cosas no sólo modifica nuestro presente, y por lo tanto nuestro futuro, sino también nuestro pasado.
 
Cuando alguien me ofende, por ejemplo, la situación se transforma por completo si yo no me conecto con mi ego atacado, sino con la persona que me ataca. Si alguien me agrede es porque está herido, porque acarrea un dolor que está expresando a través de su agresión. Tratar de mirar esa herida del otro, ese dolor del prójimo, me lleva a quitar el foco de mí, a no me identificarme con mi ego lastimado, a no me sentirme ofendido.
 
Lo mismo puedo hacer con un hecho del pasado.
 
Si una persona me ofendió tiempo atrás, puedo ahora, en el presente, conectarme con la herida de esa persona, con su dolor, quitar el foco de mí, no identificarme con mi ego lastimado y dejar de sentirme ofendido.
 
Si ya no me siento ofendido, la ofensa desaparece.
 
"El perdón", me decía un verdadero maestro, "es a veces un acto egocéntrico, que conlleva un mensaje de que 'como soy superior a ti, te perdono'."
 
En este caso no existiría ese ingrediente de superioridad. No estaríamos perdonando, de hecho, porque nada hay para perdonar.
 
La ofensa desapareció. Ya no está. Nunca ocurrió.
 
El pasado cambió.
 
Cuando volvamos a encontrarnos con esa persona, ya no la veremos como alguien que alguna vez nos ofendió. Porque el pasado está vivo... y lo hemos modificado.
 
 
 

viernes, 3 de mayo de 2013

jueves, 2 de mayo de 2013

Adaptación

 
Mi humilde adaptación, a términos modernos, de un par de párrafos de un libro antiguo:
 
"Si frente a cada problema te preguntas: '¿Qué debo hacer para superarlo?', la vida se transforma en tu jefe. Un jefe que, mediante los problemas que te presenta, te induce a hacer esto o aquello".
 
"En cambio, si frente a cada problema te preguntas: '¿Qué puedo aprender de esto?', la vida deja de ser tu jefe. Se transforma en tu maestro".
 
 
 

miércoles, 1 de mayo de 2013

Lo aconsejable

 
"Para aprender a nadar se recomiendan aguas calmas", me dijo un verdadero maestro. "Muchos esperan que el mar se embravezca, para lanzarse a la búsqueda espiritual. Tratan de aprender a nadar en medio de la tormenta. Quizás, con esfuerzo puedan lograrlo... pero era mejor haberse tirado al agua alguna vez antes".