lunes, 1 de julio de 2013

¿Dónde tenemos el foco?

 
Cuando nos ocurre un hecho feliz, un evento afortunado, decimos que nos sucedió un... que nos pasó una...
 
Increíble. No me viene a la mente palabra alguna de signo positivo, que cumpla las condiciones de ser utilizada en el lenguaje corriente, consistir de un solo vocablo --no de construcciones como las ya mencionadas "hecho feliz" o "evento afortunado"-- y encajar en la oración "Me sucedió un..." o "Me ocurrió una..."
 
¿Existe esa palabra? ¿Hay una palabra de uso común, que aluda a un acontecimiento dichoso?
 
Y en caso de que exista y no sea de uso común, ¿por qué no la usamos?
 
Vean cuántas palabras utilizamos habitualmente para referirnos a lo contrario... Van en orden alfabético:
 
Accidente
Adversidad
Azote
Calamidad
Cataclismo
Catástrofe
Contrariedad
Contratiempo
Debacle
Desastre
Descalabro
Desdicha
Desgracia
Desventura
Estrago
Fatalidad
Hecatombe
Infortunio
Percance
Revés
Siniestro
Tragedia
 
Y podría seguir...
 
Esta es para mí una prueba de dónde tenemos el foco, o al menos de dónde hemos tenido el foco durante todos estos siglos en que se ha ido construyendo el idioma de uso corriente.
 
Para cambiar la historia, tal vez tengamos que cambiar la mirada.
 
 
 

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