martes, 29 de octubre de 2013

Diferencia entre buscar y encontrar

 
Siddhartha dijo a Govinda en voz baja, como si hablara consigo mismo:
- ¿Qué significa el arte de ensimismarse? ¿Qué es el abandono del cuerpo? ¿Qué representa el ayuno? ¿Qué se pretende al detener la respiración? Se trata sólo de huir del yo. Es un breve escaparse del dolor de ser yo, una breve narcosis contra el dolor y lo absurdo de la vida. La misma huida, la misma breve narcosis encuentra el arriero en el albergue, cuando bebe algunas copas de aguardiente de arroz o de leche de coco fermentada. Entonces ya no siente su yo, ya no experimenta los dolores de la vida; en aquel momento ha encontrado una breve narcosis. Dormido sobre su copa de aguardiente de arroz, alcanza lo mismo que Siddhartha y Govinda después de largos ejercicios: escapar de su cuerpo y permanecer en el no-yo.
 
Siddhartha preguntó a Govinda:
- ¿Cuántos años crees que tiene el más anciano de los samanas, nuestro venerable profesor? Tiene sesenta años y no ha llegado al nirvana. Tendrá setenta, ochenta años, como tú y yo los tendremos, y seguiremos con los ejercicios y ayunaremos, y meditaremos. Pero nunca llegaremos al nirvana. Ni él, ni nosotros. Govinda, creo que seguramente ni uno de todos los samanas llegará al nirvana. Ni uno. Encontramos consuelo, alcanzamos la narcosis, aprendemos artes para engañarnos. Pero lo esencial, el camino de los caminos, ése no lo hallaremos.
 
Siddhartha dijo a Govinda:
- Sufrí sed, Govinda, y durante este largo trayecto con los samanas mi sed nada ha disminuido. Siempre me hallé sediento de ciencia y lleno de preguntas. He interrogado a los brahmanes año tras año, he indagado entre los sagrados Vedas año tras año. Quizá, Govinda, si hubiera preguntado al cálao o al chimpancé me habrían instruido tan bien, tan útilmente, con tanta inteligencia. Govinda, ¡he necesitado tiempo para aprender, y aún no he conseguido entender que nada se puede aprender! Creo que realmente no existe eso que nosotros llamamos "aprender". Sólo existe, amigo mío, un saber que está en todas partes. Este se halla en mí y en ti, y en cada ser. Y empiezo a creer que este saber no tiene peor enemigo que el querer saber, que el desear aprender.
 
Siddhartha agregó:
- Cuando alguien busca, fácilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa, ya que únicamente piensa en lo que busca, tiene un fin y está obsesionado con esa meta. Buscar significa tener un objetivo. Encontrar, sin embargo, significa estar libre, abierto, no necesitar un fin. Tú, venerable Govinda, quizás eres uno que busca, pues persiguiendo tu objetivo, no ves muchas cosas que están a la vista.
 
Siddhartha respiró profundamente y pensó:
- ¡Oh! ¡Ahora ya no permitiré que se escape Siddhartha! Ya no quiero empezar mis reflexiones y mi vida con la pena del mundo. Ya no deseo matarme ni despedazarme para hallar un misterio detrás de las ruinas. Ya no me enseñará el yoga-veda, ni el atharva-veda, ni los ascetas, ni cualquier otra doctrina. Quiero aprender de mí mismo, deseo ser mi discípulo, conocerme, adentrarme en el misterio de Siddhartha.
 
-- Fragmentos de "Siddhartha", de Hermann Hesse
 
 
 

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