Escuchado de una amiga del alma...
Estar al mando de la vida es estar al mando de cómo vivirla.
No se puede decidir lo que traerá la vida, pero se puede
decidir cómo experimentar lo que traiga.
La experiencia puede ser obstaculizada por el miedo y las
barreras de protección, empobrecida por registros de carencia.
O puede ser expandida por el amor y la apertura a los
vínculos, enriquecida por registros de abundancia.