"Todos nacemos sin ego. El recién nacido es pura conciencia. Conciencia
fluyente, lúcida, inocente. No existe el ego".
"Más adelante, el ego va siendo creado por las opiniones de
los demás. Los demás opinan sobre el niño, emiten juicios de aprobación o
desaprobación sobre él, y el niño aprende que no es aceptado tal como es. Su
ser no es aceptado incondicionalmente; hay condiciones por todos lados".
"Así, tú vas asimilando las opiniones de los demás sobre ti,
y acabas mirándote en el espejo de las relaciones. Te ves a ti mismo cono te
ven los demás. Eso es el ego".
"La mirada ajena es el espejo en el que ves tu cara. Ese
reflejo se convierte en la idea de tu cara. Pero hay mil y un espejos a tu
alrededor, y en todos te reflejas".
"Si la gente te aprecia y te alaba, piensas que eres
perfecto. Si te rechazan, te consideras horrible. Entonces intentarás por todos
los medios que te aprecien, que te aseguren una y otra vez que eres valioso".
"Si renuncias al ego, vuelves a ser un niño. Dejas de
preocuparte y prestar atención a lo que los demás dicen de ti".
"Has renunciado a los reflejos sin sentido. Tienes la cara
que tienes, ¿para qué consultar al espejo?"
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