martes, 11 de junio de 2013

Cuerpo descuidado

 
El ser humano, me dijo un verdadero maestro, debería protegerse de los ataques a su psiquis de la misma manera en que se protege de los ataques a su físico.
 
Sin embargo, inadvertido de la existencia de un cuerpo psicológico, el ser humano sólo resguarda su cuerpo físico.
 
Se encierra bajo llave, en la seguridad de una casa, para que nadie dañe su cuerpo físico... pero no se encierra sólo. Se encierra con los enemigos de su cuerpo psicológico, con los agentes que dañan a ese otra parte de su ser.
 
El hombre echa cerrojo a la puerta para protegerse de las amenazas físicas, pero deja entrar a los agresores psicológicos.
 
Los medios de comunicación ingresan a su hogar y psicológicamente lo muelen a golpes, mientras él se siente físicamente a salvo.
 
¿De qué le sirve al ser humano tener un cuerpo físico impecable, preguntaba un verdadero maestro, si tiene el cuerpo psicológico completamente magullado?
 
 
 

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