miércoles, 31 de octubre de 2012

Verdadero problema


Marketing no le falta, al autoconocimiento. Psicólogos y gurús de autoayuda nos han convencido de los beneficios de conocerse a uno mismo.

¿Qué significa, sin embargo, conocer a alguien?

Muchas veces, cuando le digo a alguien: "Yo te conozco", le estoy diciendo: "Yo sé cómo sos, sé cómo vas a reaccionar ante cualquier situación, sé cuáles son tus puntos fuertes y tus partes débiles. Sé cuáles son tus límites".

Si ése es el caso, entonces lo estoy definiendo, encasillando, congelando. No le estoy dando lugar al cambio, a la superación, a la evolución.

Para decirlo más fuerte, lo estoy matando.

Lo cual no implica un riesgo para él, porque sólo estoy matándolo en mi cabeza, en mi concepto, en mi creencia.

Él sigue vivo. Y mientras siga vivo, sigue latente en él la posibilidad de cambiar, de crecer, de superarse.

Lo único muerto es mi descripción de él.

Por más terrible que suene todo esto, insisto, en comparación no es tan grave, mientras se trate de otra persona. Esa persona seguirá con su vida, pensemos lo que pensemos de ella.

El verdadero problema es tener una descripción de uno mismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario