miércoles, 23 de enero de 2013

Experiencia Zen

 
Una de las mayores experiencias Zen es adentrarse al mar.
 
Una vez allí, uno está en soledad, destinado a ir adonde una fuerza mucho mayor que uno quiera conducirlo.
 
Uno es libre para elegir si nadará a favor o en contra de la corriente, si se dejará llevar por las olas o luchará contra ellas.
 
Uno también puede simplemente flotar, sencillamente fluir.
 
La angustia y la desesperación aparecen cuando uno, rodeado sólo de agua, quiere aferrarse a algo.
 
 
 

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